No se durante cuanto tiempo os he estado enviando mis modestas colaboraciones. Es igual. Parece que fue ayer cuando, con amor y temblor, me comprometí a enviaros cuanto salía de mi mente y plasmaba negro sobre blanco. Habéis sido artífices de mi tardía vocación periodística que me ha llevado a disfrutar de algo que me apasiona: Compartir mis ideas y sentimientos.
Muchas gracias por acogerme en vuestro espacio y poder gozar de la compañía de cuantos han compartido conmigo el espacio de las columnas. Ha sido todo un placer.
Espero que triunféis en el futuro. Tenéis conocimientos y fuerza para hacerlo. Un abrazo.
Normas de uso